Muchas empresas se abandonan antes de tiempo. Lo sé, el inversor tradicional financiero no quiere perder el tiempo, si una cosa no funciona, se termina y a la siguiente. en mi caso, reconozco tener una ligazón especial al proyecto siempre y cuando este haya alcanzado alguno de estos puntos o todos:
- Ha conseguido una masa crítica interesante
- No se ha gastado cantidades ingentes de dinero que parecen irrecuperables
- Hay un gran equipo detrás, aunque sea pequeño
- Existe un nuevo camino
Hace un par de años, una de nuestras participadas no iba a ningún sitio. El otro inversor -también socio de DaD- y yo nos preguntamos si merecía la pena seguir apostando -lo que representaba una nueva inyección de caja- o dejábamos caer el proyecto. Dado el ratio de éxito que tenemos en nuestras inversiones, parecía que, dejar caer una, no iba a afectar al gran portafolio que teníamos, así que lo más sencillo hubiera sido abandonar.
Sin embargo, el equipo nos gustaba, parecían dispuestos a cambiar de estrategia -o mejor dicho a centrarse en una- y decidimos apoyarles. Hoy son una de las estrellas de nuestro portafolio y creemos que una gran apuesta del mismo.
Los planteamientos puramente financieros tienen muchas ventajas, sobre todo para los inversores, pero, a la largo del tiempo, desaparecen muchas oportunidades que hubieran sido un gran éxito. Ningún inversor financiero puro hubiera mantenido alguno de los grandes éxitos que hemos tenido ya.
Lo que está claro es que es mucho más “curro”.
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