Las demandas sobre propiedad intelectual -más de 30 en diferentes países- que desde abril de 2011 enfrentan a Apple y Samsung se recrudecen con la inminente llegada del Galaxy S III a EEUU, una amenaza capaz de eclipsar al mismísimo iPhone 5.
Hace un par de días que Apple solicitaba a un juez federal de San Jose (California) el embargo del Galaxy S III, cuya venta en los Estados Unidos está prevista desde el 21 de junio. Según el fabricante del iPhone, la surcoreana ha violado dos patentes suyas relacionadas con los menús contextuales y el asistente de voz.
Samsung ha reaccionado alegando que la postura de Apple no tiene fundamento, ya que considera que su smartphone es innovador y distintivo, y advierte que seguirá adelante con su plan previsto de lanzamiento.
El mes pasado los CEOs de ambas compañías, Tim Cook y Choi Gee Sung, se reunieron en San Francisco a instancias de otro juzgado para intentar arreglar sus diferencias, pero no parece que llegaran a un entendemiento. Ahora le toca al juez qué hacer con la patata caliente…
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