Desde 2010 las autoridades suecas venían insistiendo en que Assange debe comparecer ante la justicia para afrontar cargos sobre delitos sexuales. Pues bien, finalmente el Tribunal Supremo de Gran Bretaña, por cinco votos a favor y dos en contra, autorizó la extradición de Julian Assange a Suecia.
El fundador de WikiLeaks sigue negando los cargos que se le imputan como siempre ha hecho, y asegura que su persecución está orquestada por EEUU por haber revelado los cables diplomáticos confidenciales de este país. Assange se ve como un “perseguido político” y va aún más lejos, cuando explica que si vuelve a Suecia será entregado a EEUU, donde puede ser acusado de espionaje, por lo que le esperaría al menos una condena de cadena perpetua.
Anoche Assange sorprendía anoche solicitando asilo político en la Embajada de Ecuador en Londres, apelando al artículo 14 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, donde dice: “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas”.
Pese a haber pasado la noche en la embajada ecuatoriana, donde aún permanece refugiado, la situación de Assange todavía no está nada clara. La policía británica podría detenerle por saltarse el arresto domiciliario, que le obliga a permanecer en un domicilio todas las noches de 21:00 a 7:00.
Y, ¿por qué Ecuador? La elección de Assange tiene una sencilla explicación. En noviembre de 2010 el país centroamericano se ofreció a dar residencia a Assange. Además, fue el único país que expulsó al embajador de EEUU de su territorio como consecuencia de las revelaciones publicadas en Wikileaks. Y ahora, se ha especulado con que el propio presidente ecuatoriano, Rafael Correa, puede haber ofrecido a Assange asilo.
¿Y por qué no volver a Australia, su país natal? Ricardo Patiño, Ministro de Exterior de Ecuador, ha explicado que Assange no puede regresar a Australia porque allí no sería protegido de la extradición a “un país extranjero donde se aplica la pena de muerte por delito de espionaje y sedición”.
Pero, ¿en Ecuador si sería protegido? A Assange se le presentarían dos problemas. Ecuador tiene un tratado de extradición con EE.UU, lo que implica que sigue existiendo la posibilidad de que sea deportado a los Estados Unidos. Y en segundo lugar, es sabido que Ecuador no tiene muy buena fama con respecto al respeto del derecho de la libertad de expresión…
Como signatario de la Declaración de la ONU sobre los Derechos Humanos, las autoridades ecuatorianas deben revisar todas las solicitudes de asilo. En un comunicado, la embajada dijo que había pasado su solicitud de inmediato a Quito, y añadió que “si bien el departamento evalúa la aplicación de Assange, Assange permanecerá en la embajada, bajo la protección del Gobierno ecuatoriano”.
De momento seguimos a la espera de qué pasará. Para seguir la cobertura al minuto del caso pincha aquí.
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