Rodolfo Carpintier, Presidente de DaD
Sólo en Madrid hay casi una veintena de viveros de empresas dedicados a potenciar el nacimiento de startups y la creación de un movimiento emprendedor de importancia. En general, son una muy buena manera de generar contactos y conseguir clientes y locales, además de un espacio agradable y "barato" (en algunos casos gratuito durante los primeros meses).
En la mayoría de los casos se trata de proyectos más o menos viables, pero poco invertibles. Ya lo he explicado antes, para que un proyecto sea invertible tiene que tener mucho recorrido potencial expresado en:
– Usuarios
– Clientes
– Ingresos
– Escalabilidad
– Tiempo de atención en la página…
La mayoría de los proyectos, capaces de generar entre 3 y 30 puestos de trabajo en los primeros 5 años, carecen de estas características aunque, en muchos casos, sean perfectamente viables y debamos tratar de promover su creación.
Según mi experiencia, por cada proyecto realmente invertible hay un par de cientos de empresas viables en las que sólo pueden invertir sus fundadores y amigos cercanos que buscan, como horizonte realista, recuperar su inversión con una pequeña revalorización.
Por eso se dice que siempre "hay dinero" para una empresa invertible… realmente, son las menos.
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