No hay cliente más satisfecho que aquel que se sirve toda la información que necesita. ¿Quiero saber algo sobre un vuelo? Lo encuentro en una web de información sobre vuelos. ¿Quiero saber cómo está el pedido que he hecho en Amazon? Entro y lo miro yo mismo.
Por eso es tan poco comprensible que haya páginas web que no contesten las preguntas de sus visitantes. Deberíamos asegurarnos que tenemos cualquier información que necesite el cliente, que ésta es fácilmente accesible y que esté claro cuánto quieran saber.
No es tan difícil, es cuestión de aprender lo que quieren nuestros clientes y proporcionárselo sin que tengan que perder largos minutos investigando dónde hemos escondido lo que ellos quieren saber. Se ha mejorado mucho, pero todavía son pocas las páginas webs perfectamente organizadas para servir a sus clientes y visitantes esporádicos.
Todo es cuestión de planificarlo bien e implementarlo de manera sencilla.
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