¿Qué pasa si un proyecto de Kickstarter no se lleva a cabo?

Kickstarter

Las campañas de recaudación de financiación en webs especializadas en crowdfounding están consiguiendo un gran protagonismo en los últimos años. Las dificultades para acceder a vías tradicionales de financiación provocan que los emprendedores tengan que recurrir a portales como Kickstarter para conseguir el respaldo económico de pequeños inversores para sus ideas y proyectos .

De hecho, desde el lanzamiento en 2009 de esta web prionera en la microfinanciación, más de 30.000 proyectos han llegado a buen puerto. Desde discos hasta juegos, libros o espectáculos, pasando por relojes inteligentes, marcos para Instagram o la exitosa consola Ouya.

Pero, ¿qué ocurre si a pesar de haber logrado recaudar el objetivo económico fijado un proyecto no se lleva a cabo?

El portal ha aclarado en su blog el tema tras surgir la pregunta en diversos sitios web que se muestran escépticos ante el posible éxito de la consola Ouya, a pesar de haber recaudado millones a través de este método. Según afirman, es responsabilidad del desarrollador del proyecto responder ante sus financiadores. No es extraño que ideas que son complejas se retrasen en su comercialización pero, declaran, los creadores deben ser lo más transparente posible y “publicar una actualización del proyecto explicando la situación” a todos aquellos que hayan invertido su dinero.

A mayor honestidad, mayor comprensión por parte de quien financia, añaden. “Si un creador está haciendo un esfuerzo de buena fe para completar su proyecto y es transparente al respecto, los socios deberían hacer todo lo posible para ser pacientes y comprensivos al tiempo que exige la rendición de cuentas continua del creador.”

Si finalmente no se completa el producto, es responsabilidad del creador el responder ante sus “socios”. Kickstarter no se responsabiliza de la devolución de los importes, ya que ni siquiera pasa por ellos el dinero, sino a través de transacciones seguras como Amazon Payments. Eso sí, obliga a quienes se quieren beneficiar de este método a responder económicamente ante aquellos que le han prestado dinero.

Algunos usuarios se muestran comprensivos con estas medidas. “He pagado 15 dólares por algunos proyectos y lo he visto como una simple donación, no me preocupa demasiado que al final no salga adelante”, publicaba Eric. “Las inversiones conllevan un riesgo”, añadía Bryan Rankin en otro comentario.

Por su parte, el portal se blinda afirmando que ha modificado los términos de uso. De tal forma que quien quiera acceder a la financiación, debe asumir una serie de responsabilidades, como informar de una fecha estimada de entrega, antecedentes e información sobre otros trabajos realizados para los proyectos tecnológicos y una mayor implicación en la lucha contra el fraude.

Aunque todavía queda por aclarar si este tipo de páginas es un escaparate para invertir,  para donar o para comprar, algo que ayudaría bastante a los usuarios antes de arriesgar su dinero.


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