Este fin de semana se cumplen diez años del lanzamiento de Mozilla Firefox, el navegador que plantó cara a la hasta enconces indiscutible hegemonía de Internet Explorer, convirtiéndose en la más fuerte alternativa hasta la llegada de Google Chrome, años después.
El 23 de septiembre de 2002 un grupo de desarrolladores de Netscape decidió independizarse y crear un proyecto acorde a sus ideas: un navegador completamente libre y de código abierto. Este proyecto fue bautizado como Phoenix 0.1, y dos años después, en noviembre de 2004, terminó de tomar forma, dando lugar a la versión 1.0 de Firefox.
A partir de ese momento, la popularidad del navegador ha ido creciendo, y hoy más de 450 millones de personas usan Firefox, siendo uno de los tres navegadores más usados del planeta. En la actualidad, según los últimos datos de StatCounter, Mozilla Firefox cuenta con una cuota de mercado del 22%, frente al 33% de Google Chrome y el 32% de Internet Explorer.
Sus principales ventajas han sido la rapidez, la seguridad y la libertad para instalar complementos que ayudan a la navegación en todos los aspectos. Pero sin duda, su principal atractivo es que está construido por completo en código de fuente libre, con un 40% escrito por aportaciones de voluntarios, más la importancia que han cobrado en el navegador los complementos creados por usuarios (hoy en día existen más de 75.000).
Aunque la llegada de Chrome ha supuesto un duro golpe para Firefox, Mozilla tendrá una oportunidad importante de volver a pegar fuerte en el mercado de los navegadores con la aparición de Windows 8. La compañía que mejor sepa aprovechar el nuevo ecosistema podría robar muchos puntos del mercado.
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