La mayoría piensan que primero tiene que dominar su mercado nacional antes de emprender la aventura fuera de sus fronteras. No siempre es así, si se trata de negocios que no requieran de una fuerte implantación en el país y se que se puedan dirigir desde la central sin demasiados problemas, cuanto antes mejor.
Un negocio de comercio electrónico, con problemas logísticos y necesidad de implantación local firme, puede esperar algo más de tiempo, pero si estamos hablando de un servicio que se puede ofrecer desde el inicio en varios idiomas, debemos hacerlo en los primeros nueve meses del lanzamiento.
A mí me gustan proyectos que nacen bien pensados para otros dos países como mínimo. El equipo emprendedor debe estar decidido a salir pronto de casa y abrir un nuevo país, a partir de ese momento, cada 3 o 4 meses.
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