Si te has "currado" tu presencia en redes sociales y tienes un buen perfil en Linkedin, Facebook y Twitter, tienes un gran campo de experimentación sobre nuevas ideas, productos y servicios. Basta iniciar varias conversaciones, explicando tu idea, a un selecto grupo de contactos en Linkedin, a otro más genérico en Facebook y, de manera menos selecta, a través de Twitter.
Si le dedicas varias horas diarias, usas herramientas fáciles tipo uFanBuilder o similares, puedes, en menos de dos meses, tener una respuesta muy indicativa de si tu idea tiene calado, despierta interés o incluso si podría tener clientes con ciertas prestaciones incorporadas.
Por eso me gustan poco los emprendedores que no se "mojan" bien en su entorno social, antes de plantear una idea y tratar de consolidarla en un diálogo constante con su entorno en redes sociales. Se puede ganar mucho tiempo y ahorrar mucho dinero con ello.
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