Como tantas veces, miles de tuiteros difundieron la noticia de que el político inglés, Alistair McAlpine formaba parte de una red pedófila. La BBC, una vez demostrada la falsedad de la noticia, tuvo que hacer una rectificación pública y pedirle perdón.
Lo que es nuevo es que el político, apoyado en un equipo de abogados, está persiguiendo uno a uno todos los tuits que hubo sobre dicha noticia, con la intención, según sus propias palabras, de "dar un escarmiento tal que la totalidad de la red de tuiteros tenga una impresión permanente de las consecuencias que puede tener sus actos en relación con lo que en ella cuentan".
Está claro que debemos ser muy cuidadosos con la difusión de noticias, aunque vengan de fuentes como la BBC que se consideran fiables, si no las comprobamos con cuidado antes.
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