Tutorial: Amazon Web Services para dummies

En los últimos años, los nuevos productos y servicios de cloud computing han ido aumentando su relevancia en el mercado. Ahora, más que nunca, estos servicios son fundamentales. La mayoría de startups se encuentran con unos recursos económicos muy limitados, por lo que deben medir mucho en cuestión de gastos, y algunos de estos servicios en la nube son la forma ideal para ahorrar en costes.

Amazon Web Services (AWS) es un servicio que además permite el pago estrictamente por uso, es decir, pagas por lo que has usado, en lugar de usar lo que has pagado. Esto, sumado a una total transparencia, ayuda a minimizar los gastos al máximo.

                            Aws

Como ya sabemos, Amazon Web Services es un conjunto de servicios orientados al cloud computing (y por tanto, escalabes). La interacción con ellos se hace generalmente vía API de forma inicial (clic aquí si eso de API te suena a chino) y cuando el servicio progresa, se hace una interfaz en un panel de control (útil para los más nuevos). Los servicios que ofrece AWS son cada días más numerosos, siendo los más conocidos S3 y EC2.

Sin duda, se trata de un tema interesante para muchos, y del que muchos hablan, pero son pocos los que se lanzan a experimentar. Esto es en muchos casos, ni más ni menos, por desconocimiento puro. Es normal perderse entre los números a la hora de hablar de precios, o entre la cantidad de productos disponibles. En Baquía, hemos preparado una guía para empezar a conocer Amazon Web Services.

En primer lugar, conviene conocer los servicios más destacables. Los fundamentales son el S3 y el EC2.

Amazon S3 (Simple Storage Service), es uno de los servicios estrella de Amazon. Proporciona almacenamiento remoto que permite a desarrolladores almacenar información ilimitada, y tener un control sobre ésta

EC2 (Elastic Cloud Computing) es el otro servicio estrella de Amazon, y permite crear máquinas virtualizadas de forma sencilla para montar la estructura de tu servicio en la nube sin necesidad de utilizar ningún servicio físico. Además, la creación de estos servidores se puede hacer manualmente (mediante el panel de control) o mediante la API. Por tanto, es posible automatizar la creación de servidores, añadiendo así servidores temporales que realicen tareas puntuales y destruirlos después (y por tanto, abaratar costes).

En su concepción base, EC2 no es algo muy distinto a usar VMWare u otros proveedores de cloud similares para emular otra máquina en nuestro ordenador. Simplemente es más limitado y orientado a la web y a ser usado con una API.

Lo bueno de ambas soluciones es que, como ya hemos dicho antes, Amazon cobra por uso, por lo que puedes despreocuparte de quedarte escaso de gigas, ya que si te pasas, lo único que se verá afectado será tu bolsillo, no tus clientes.

Además, existen más servicios, algunos de los cuales pueden servirnos de complemento para EC2, o bien podemos utilizarlos de forma independiente.

EBS (Elastic Block Store) son básicamente unos discos virtuales (como si fuesen discos duros) muy peculiares. Un EBS se monta en una instancia de EC2 para que esta tenga acceso a todos sus datos. Aparte de lo obvio (datos separados, clonar el EBS o ir conectandolo de una instancia a otra) EBS tiene su punto fuerte del backup automatico. Esto se hace por dos vías: una automatica que nos permite desde el panel de control volver a cualquier momento de una unidad EBS hasta 8 días atrás (lo que garantiza que podrás recuperar cualquier desastre con tus webs) y otra manual con la que creamos instantaneas, es decir, copias completas que podremos reutilizar como como copia de seguridad. No es obligatorio usar EBS con EC2, pero indudablemente tiene sus ventajas.

Amazon CloudWatch y Auto Scaling son dos servicios que van de la mano. El primero nos permite monitorizar el rendimiento de nuestras instancias, algo muy útil para utilizar con las instancias que más nos preocupen; y el segundo nos permite definir reglas para que nuestras instancias ganen más recursos. Se trata de una solución ideal para la gestión de recursos de los servidores, sin necesidad de instalar un servicio de monitorización propio. Si se configura bien, el escalado de nuestros proyectos ya nunca más será un problema. Además, el Cloudwatch básico no tiene coste adicional, y nos permite recuperar el valor de las métricas cada 5 minutos; y el Cloudwatch avanzado tiene un coste adicional, permitiéndonos tomar métricas cada minuto.

Amazon CloudFront es básicamente un servidor web ideal para S3, una solución para aquellos que necesitan liberar a su servidor de servir archivos estáticos grandes (imágenes, audio, video, etc). CloudFront sirve directamente estos archivos guardados en S3.

RDS (Amazon Relational Database Service) es una especie de EC2 llevado a la base de datos, y nos permite crear una MySQL o una Oracle con un par de clics. Además, automatiza todas las tareas de backup y mantenimiento. Tareas de mantenimiento que generalmente son costosas para recursos de administradores de sistemas, como elevar la potencia de una máquina o generar y recuperar instantáneas, se simplifican gracias a este servicio.

ELB (Elastic Load Balancing) es un balanceador de carga entre las distintas instancias que respeta las sesiones de usuario y vigila el rendimiento de las maquinas a la hora de distribuir peticiones.

En definitiva, si en algún momento te planteas el crecimiento de los proyectos de tu negocio, es una buena idea echar un ojo a los servicios de Amazon. 

Y googleando un poco puedes encontrar multitud de empresas que utilizan AWS: IBM, The Guardian, Washington Post, HootSuite, Ericsson, Sega, Yelp, Bankinter, Foursquare, y recientemente el grupo español Prisa utilizan diferentes servicios de AWS para algunos de sus servicios.

En Baquía, también hemos elegido AWS para alojar nuestros videos. No te pierdas la siguiente entrega de "AWS para dummies", donde explicaremos qué servicios utilizamos, y como no, cuánto pagamos.


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