Como podéis leer en este artículo de Bill Siwicki en International Retailer, los resultados de la ventas están muy claros. El iPhone consiguió un 68% de las ventas en smartphones, mientras que los Android solo alcanzaron el 31,4%. Las ventas a través de Blackberrys y Windows Phone fueron tan marginales que ninguna llegó al 0,4% de participación.
Esto no casa en absoluto con la noticia sobre la posible fabricación de un iPhone más barato para competir con los Android. La gran ventaja de Steve Jobs fue siempre que no competía, arrasaba. Un planteamiento defensivo no es propio de Apple y puede ser una demostración de debilidad que no existía antes.
¿Qué opináis vosotros? ¿Debe Apple competir con Android o centrarse en ser el mejor para la venta de productos de todo tipo?
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