La Reserva Federal de EEUU admitió haber sido hackeada el pasado domingo por Anonymous, que consiguió penetrar en el sistema de seguridad de la Reserva y acceder a datos confidenciales.
Los hacker accedieron a un servidor interno e irrumpieron en St. Louis, un sistema de comunicaciones de emergencia que se encarga de transmitir mensajes importantes a los bancos durante los desastres naturales.
Anonymous tuvo acceso a la información de más de 4.000 ejecutivos bancarios de EEUU, que luego difundieron por la red. Entre la información se incluía direcciones postales, nombres de usuario y teléfonos privados, aunque la Reserva Federal ha anunciado que no se difundieron claves de acceso ni contraseñas.
El que se haya podido tener acceso a los datos de la Reserva pone en duda el sistema de seguridad de la misma, un organismo oficial que contiene datos del Estado y de una gran cantidad de entidades públicas y privadas.
El grupo hacktivista reivindicó el ataque como parte de la operación ‘Last Resort’ (Último Recurso) que busca que se reforme la Ley de Fraude y Abuso, al amparo de la que fue acusado el activista Aaron Swartz, que tras un largo proceso judicial se suicidó el pasado 11 de enero.
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