Si juntamos el auge de LinkedIn con la brutal penetración de los smartphones entre todo tipo de empresarios y trabajadores, obtenemos un cóctel totalmente destructivo para aquellos papelitos que tanta importancia tuvieron durante décadas: las tarjetas de visita.
Pero, aunque lo digital siempre tiene sus ventajas, no debemos olvidar el encanto de estas tarjetas, y tampoco algunas de sus ventajas por encima de un perfil digital. Como ya se sabe, aquí cada uno barre para su casa, y UPrinting, empresa dedicada a todo tipo de productos de imprenta, ha publicado una infografía en defensa de la tradicional tarjeta. Pero eso sí, tiene su parte de razón.
Es cierto que las tarjetas digitales proporcionan la información de manera instantánea, las 24 horas del día, descartando la posibilidad de haber olvidado los papelitos en casa (muy raro es olvidarnos en casa el smartphone). Pero, ¿que ocurre si no tenemos conexión a Internet en el lugar donde estemos? ¿O hemos agotado la batería de nuestro teléfono? Nuestras fieles amigas de papel siempre estarán ahí en esos momentos.
Además, las tarjetas en papel nos permiten ser más creativos modificando los colores, formas e incluso texturas, reforzando el primer impacto visual.
Sin duda, la solución perfecta está en combinar ambas modalidades. ¿Por qué renunciar a una de ellas? ¿Acaso la gente ha tirado a la basura todos sus libros después de comprarse un ebook? Una buena idea puede ser integrar un código QR en tu tarjeta tradicional, para darla un matiz más digital, o tal vez llevar siempre ambas a mano.
Y tú, ¿qué opinas? ¿estamos cerca del fin de las tarjetas de visitas tradicionales? ¿o aún darán guerra surante unos cuantos años?
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