¿Cuántas veces te das cuenta de que tu interlocutor no te está escuchando? Su mirada, perdida en el horizonte, demuestra que ha pasado página y está con la atención puesta en un pensamiento fugaz que nada tiene que ver con tu conversación.
Las distracciones son constantes. Estamos trabajando en el ordenador en una hoja de cálculo y viendo, por el rabillo del ojo, el correo que nos está llegando permanentemente, o notando nuevas noticas actualizadas desde un lector RSS.
Por eso, lo más importante de una aplicación, ya sea una app móvil o una página web, es que nos llame la atención, la retenga y nos haga volver a ella con regularidad.
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