Todo empezó un lunes de hace un par de años. La artista Sonya Renee Taylor escogió como foto de perfil en Facebook una foto de sí misma que odiaba. Ella ya tenía cientos de fotos en Internet en las que salía más que favorecida, y ya se había dedicado a limpiar sus perfiles de redes sociales de fotos que no la hacían justicia en varias ocasiones.
Al igual que Sonya, son muchas las personas que dedican su tiempo a desetiquetarse de aquellas fotografías donde, a su parecer, salen feas. ¿Apariencia? ¿Superficialidad? Fuera lo que fuese, Sonya decidió romper con ello, creando una comunidad a favor de la imagen corporal llamada The Body Is Not an Apology ("El cuerpo no es una disculpa").
La iniciativa de la artista surgió a raíz de recibir un gran número de críticas con motivo de las nuevas imágenes de su página web, que supuestamente difundían unos estándares de belleza irreales. Con el objetivo de tirar por tierra esa imagen de sí misma, volvió a hacer lo mismo lunes tras lunes, bautizando este proyecto como "Bad Picture Monday",y animando a los demás a hacer lo mismo.
Dos años más tarde, su comunidad ya tenía más de 16.000 seguidores en Facebook, que habían colgado en la red miles de fotografías en las que posaban cuidadosamente para salir lo menos favorecidos posible. Entre los seguidores de este peculiar movimiento se encontraban modelos, celebridades, bloggers famosos y estrellas de Twitter o Instagram.
No hay duda de que la mayor parte del atractivo de esta tendencia deriva del humor. La otra parte, quizás sea un impulso intencionado de destruir la obsesión de mostrarnos a nosotros mismos siempre perfectos.
En cuanto a la manera de “salir feos en las fotografías”, para gustos los colores. Hay quien prefiere tirar de muecas extrañas, o lo más asimétricas posibles, mientras que otros prefieren retratarse en los momentos menos glamurosos de su vida cotidiana.
Sea como sea, cientos de hashtags del tipo #uglyselfie o #prettygirlsuglyfaces inundan las redes sociales acompañados de este tipo de fotografías. Otros incluyen de vez en cuando alguna de estas fotografías entre los cientos de fotos de sus perfiles, a la espera de que alguien las descubra.
Entre las celebrities más puestas en esta tendencia encontramos a Katrim Hier, Clementine Ford y Emily Dam, mujeres que hartas de las críticas y los comentarios superficiales en sus fotografías de estudio, con maquillaje, vestuario, y demás condimentos, han optado por mostrar su lado más “feo” para hacer reir a sus seguidores.
Pero, ¿hasta qué punto es esto un gesto de valor? Dudo que mucha gente vea una de estas fotografías y piense “¡Vaya!¡Sí que es fea esta chica!”. Salta a la vista que se trata de una mueca, una hipérbole visual entendida por cualquiera como una mera muestra de humor. Con la era de las cámaras digitales, pocos son los que pueden “presumir” de tener fotos horribles de verdad. A no ser que seas un famoso perseguido por los paparazzi, o tus amigos -y el alcohol- te jueguen malas pasadas en tus noches más desenfrenadas, es poco probable que pubiques ese tipo de fotografías en los medios sociales.
Si podemos sacar algo en claro de todo esto es que las fotos en las que más feo puedes salir son aquellas en las que no pretendías salir feo. Si ya lo decía Yoigo: “No sales mal en las fotos. Eres así”. Por lo tanto, para los menos fotogénicos, siempre es una buena idea ocultarse tras una mueca graciosa.
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