Snapchat, la aplicación famosa por permitir compartir fotografías que desaparecen en 10 segundos, podría no ser tan segura como se piensa.
Esta aplicación, muy popular sobre todo entre los adolescentes, es conocida porque el usuario es el que decide cuánto tiempo está visible la imagen, entre 3 y 10 segundos, antes de -en teoría- desaparecer para siempre.
Sin embargo, parece ser que la seguridad de Snapchat, teóricamente su punto más fuerte, es del todo eficiente. Hace unos meses un estudiante estadounidense descubrió la forma de hacer capturas de pantalla “secretas”, de modo que la imagen "perdura" sin que quien la envía se dé cuenta. Pero ahora el fallo va más allá.
La compañía Decipher Forensic, con sede en Utah, ha descubierto la forma de recuperar las imágenes desde el propio dispositivo móvil lo que demuestra que, al contrario de lo que la mayoría de los usuarios pensaban, Snapchat no borra de manera definitiva las imágenes enviadas a través de la aplicación.
Según Decipher Forensic, las imágenes pueden ser recuperadas fácilmente desde la versión de Snapchat para Android, a través de un software de análisis forense por el que cobran entre 300 y 600 dólares. Con este software la compañía asegura poder recuperar desde las imágenes hasta los mensajes de texto enviados a través de la aplicación.
Decipher asegura que las fotos compartidas se cambian de nombre a una extensión jpgnomedia, de manera que al ser enviadas al servidor, ésta las envía al destinatario y desaparecen del servidor, pero el nombre no se modifica en el destinatario,por lo que a través del teléfono se pueden recuperar.
Aunque no aparezcan en la galería de imágenes del dispositivo, permanecen en él de manera cifrada; sin embargo, según TechCrunch, esto no es posible ya que una vez que la imagen expira no se puede encontrar en ningún sitio.
Esto pone en relieve cuál es el verdadero peligro que esta aplicación puede tener, ya que aunque su CEO, Evan Spiegel quiere deshacerse de la mala fama, lo cierto es que esta aplicación es conocida por la gran mayoría de sus usuarios como una herramienta de sexting, lo que ha suscitado ya varias polémicas, sobre todo porque la app es muy popular entre los adolescentes.
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