Una de las cosas buenas de los Emprendedores es que decidimos constantemente. Y en vacaciones decidimos que nos vamos y desconectamos del día a día. Por eso disfrutar del verano y recargar pilas para un prometedor final de año. Es también momento de descansar y reflexionar.
No hay crisis para el emprendedor. Son todo oportunidades. Y lo celebramos ya que cada día que pasa tenemos más razones y fundamentos para emprender nuestro sueño, nuestro proyecto. ¡Si estás desaprovechado, hazte emprendedor!
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