Leyendo este artículo se me ocurre que, a veces, ambos objetivos no están alineados. Te gusta el emprendedor, incluso su equipo, pero no le ves sentido al negocio. Tienes dos posibilidades, apostar por el emprendedor a pesar de no creer en el modelo o dejarlo buscando la coherencia de que solo inviertes si te gusta el negocio.
Muchos de los grandes negocios de Internet –a pesar de venir de la mano de grandes emprendedores– tenían poco sentido en su momento o eran tan disparatados en sus objetivos que parecían imposibles. Los negocios de docenas de millones tienen que tener consistencia, los de mil millones tienen que tener ambición sin límites y, si, son mucho más arriesgados todavía.
Por eso los americanos nos llevan tanta ventaja, dadas las cifras de inversión que manejan, siempre pueden tener en sus carteras "googlelitos" que, a pesar de su riesgo, pueden ser grandes empresas ganadoras. A los europeos, con carteras menores, les gusta más apostar sobre proyectos más seguros.
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