A día de hoy, supongo que ya serán pocos los que continúan pensando que la labor de un Community Manager consiste en pasar todo el día conectado a Facebook. Una de las más complicadas tareas de esta profesión –que por suerte, es cada vez más valorada– es la organización y la gestión del tiempo para que este sea lo más rentable y productivo posible, especialmente si hablamos de trabajadores freelance o autónomos. Esto explica la montaña de post-it que frecuentemente “adorna” su espacio de trabajo.
Tanto si trabajas como Community Manager por cuenta propia o para una empresa, como si has decidido afrontar tu mismo la dura gestión de la imagen de tu empresa en las redes sociales, habrás estado sometido, en más de una ocasión, a la presión de una larga lista de cosas por hacer acumuladas o pospuestas para el último momento. Para que esto no ocurra es fundamental establecer un horario y ordenar prioridades. De esta manera, conseguiremos mantener la cordura entre la maraña de tweets, comentarios e emails, sin dejar de prestar atención a la monitorización y la creación de contenidos.
El día a día de un Community Manager
1. Repaso rápido al entramado social de la empresa
Sin duda, una de tus labores clave es estar al día de todo lo que ocurre en la red y afecta a nuestra empresa o nuestro sector (ojo, también a nuestra competencia). Para ello, es importante dedicar unos minutos a revisar los comentarios del blog, menciones, retweets, likes, recomendaciones, respuestas en los foros, pedidos de la tienda online, etc. En definitiva, todo el ruido social que ha producido la empresa durante las horas que no has estado trabajando. Para ello, existen herramientas de medición que te ayudarán en esta tarea, haciéndola más rápida y sencilla (HootSuite es la más conocida, pero encontrarás muchas más en Inernet).
2. Crear contenido
La mayoría de los Community Manager -en especial en las pequeñas empresas-, además de gestionar las comunidades, deben escribir contenidos para el blog de la compañía u otro tipo de plataformas. Una buena idea es realizar esta tarea a primera hora del día, cuando tenemos la mente más fresca. Para no tener que invertir tiempo en buscar un tema sobre el que escribir, es recomendable haber dejado un tema fijado el día anterior.
3. Crear y programar actualizaciones
Una vez hayamos acabado con la parte de contenido, deberemos programar nuestros tweets, actualizaciones de estado y subida de contenidos multimedia (vídeos en YouTube, fotografías en Pinterest o Instagram, etc.). Esta es una de las partes más importantes de nuestro trabajo, por lo que deberemos prestarle una gran atención, y tener siempre en cuenta nuestra estrategia de contenidos para captar y fidelizar clientes. Otro punto muy a tener en cuenta es que se trata de una conversación, por lo que no basta con programar nuestras actualizaciones y olvidarnos de ellas. Debemos seguir siempre las respuestas de los demás usuarios.
4. Email
No hay que olvidar que, además de estar pendientes de nuestros seguidores en las redes sociales, debemos cuidar de nuestros clientes, que a menudo se comunicarán con nosotros a través de email. Dedica todos los días un rato a revisar tu bandeja de entrada, y no dejes que se te acumule una pila de correos sin responder, ya que esto a la larga ralentizará tu trabajo.
5. Descargar tensiones y absorber ideas
Podemos aprovechar la pausa del almuerzo (por que, sí, los Community Manager también comen) para refrescar la mente. Intenta no tomarte como algo personal las incidencias que puedan ocurrir con posibles clientes descontentos o trolls en tu labor diaria. Comenta con tu familia, pareja, amigos o compañeros lo que has hecho durante tu jornada, y empápate de todas sus ideas y opiniones. ¿Qué mejor momento para captar tendencias que la hora de la comida?
6. Investigar a tus seguidores actuales y conseguir nuevos
Dedica algo de tiempo a conocer mejor a tus seguidores más fieles (quienes son, a que se dedican, sus gustos e intereses, etc.), y mima a tus usuarios más activos. Invierte también varios minutos a seguir nuevos perfiles y a capturar subscriptores al blog.
7. Revisar la estrategia y planificar tus actividades para el día siguiente
Siempre es bueno revisar nuestra estrategia y trabajar por mejorar aquellos posibles puntos débiles. Trata de planificar las tareas del día siguiente: que nueva acción de marketing dará comienzo, que tipo de contenido publicaremos en nuestro blog… Haber estado atento a las reacciones y tendencias de tus comunidades durante todo el día te ayudará a realizar esta tarea. Sabes de qué han estado hablado nuestros seguidores y clientes potenciales, y qué es lo que más interés ha generado en nuestro nicho de mercado, ¡aprovéchalo!
8. Otras tareas complementarias
Si también te han “encasquetado” la realización de una newsletter o la actualización de la tienda online, es hora de ponernos al día también con ello.
9. Realizar informes
Si esta también se encuentra entre tu lista de tareas, aprovecha las últimas horas del día para sacar conclusiones y hacer análisis de tu actividad.
10. ¡Actualizate!
Si al final del día aún tienes algo de tiempo, no dejes de leer todo lo que puedas acerca de marketing digital, social media, nuevas tendencias, etc. Evolucionan cada día, y debemos intentar siempre ser los primeros en enterarnos.
Por último, aprovecho para felicitar a todos los Community Manager del mundo, que celebraron el lunes su día especial (el cuarto lunes de enero, desde hace ya cuatro años). Y tú, ¿consigues mantener a raya la presión de gestionar las redes sociales? ¿Cómo organizas tu día a día?
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