Un total de 800 millones de personas y más de 11 billones de dólares de renta. Estas son dos de las características que tendrá el mayor mercado común existente en el planeta, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuando entre en vigor en el año 2005.
Los dirigentes de 34 países americanos -todos menos Cuba- reunidos el pasado fin de semana en Quebec (Canadá) en la III Cumbre de las Américas, han fijado esa fecha para la definitiva puesta en marcha del ALCA, un mercado de libre intercambio que pretende mejorar las condiciones económicas, sociales y políticas de todo el continente americano. La reunión se ha celebrado en medio de fuertes medidas de seguridad para evitar el boicot de los grupos que se oponen a la globalización.
El ALCA supondrá el 20% del comercio mundial y el 40% del producto interno bruto (PIB) mundial. La idea de crear este mercado tiene sus orígenes en la I Cumbre de las Américas, celebrada en 1994 en Miami. El proceso siguió definiéndose en la II Cumbre, que acogió la ciudad de Santiago en 1998. En la III Cumbre de las Américas, organizada en territorio canadiense, se han concretado las fechas para la puesta en marcha del ALCA: a lo largo de 2005.
Sólo países democráticos
La democracia será una condición indispensable para formar parte de este nuevo y gigantesco mercado común. Los 34 países participantes en el encuentro han aprobado un documento, la Declaración de la Ciudad de Quebec, en el que se afirma que sólo podrán formar parte del ALCA los países en los que exista un régimen democrático: \”Reconocemos que los valores y prácticas de la democracia son fundamentales para avanzar en el logro de todos nuestros objetivos. El mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático son, al mismo tiempo, un propósito y un compromiso compartido, así como una condición esencial de nuestra presencia en ésta y en futuras Cumbres. En consecuencia, cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas\”.
En estas condiciones, la Cuba de Fidel Castro queda completamente excluida del futuro mercado común americano, y también lo tendrán muy difícil aquellos países en los que el proceso democrático sufra alguna ruptura o presente serias dudas.
El documento final de la III Cumbre de las Américas ha recibido un apoyo prácticamente unánime. Pero un país, Venezuela, gobernado por el populista Hugo Chávez, ha planteado un par de reservas al texto definitivo. A Chávez no le ha gustado que se hable de \”democracia representativa\” al preferir el concepto de \”democracia participativa\”. Según él, la democracia representativa no fue positiva para su país. En ausencia de Fidel Castro, Chávez , cada vez más cercano al líder cubano, se ha convertido en la voz más disonante en el concierto americano.
No todos están convencidos de que la libre circulación de mercancías vaya a solucionar los múltiples problemas que afrontan muchos países latinoamericanos. Brasil, por ejemplo, no ha mostrado ningún entusiasmo en que el ALCA sea una realidad en el año 2005, y habría preferido un calendario más abierto. Por su parte, el presidente mexicano, Vicente Fox, ha expresado la necesidad de que se reduzcan los gastos de defensa para potenciar los gastos sociales.
Protestas en la calle
Las violentas protestas protagonizadas estos días en Quebec por miles de manifestantes que se oponen a la globalización se han saldado con 430 detenidos. La policía canadiense había desplegado un amplio dispositivo para impedir que los manifestantes boicotearan el desarrollo de la cumbre. Así, se creó una muralla metálica de tres metros de altura y seis kilómetros de longitud que mantuvo aislados a los dirigentes que participaron en la III Cumbre de las Américas.
Fuera del perímetro de la zona protegida se sucedieron las protestas y enfrentamientos entre manifestantes y policía. Gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua fueron intensamente utilizados para evitar que los manifestantes rompieran el cordón de seguridad.
Los activistas que se oponen a la globalización han añadido el nombre de Quebec a la cada vez más larga lista de ciudades cuyas calles han sido protagonistas de sus protestas coincidiendo con encuentros internacionales. A ciudades como Seattle, Praga, Washington DC, Londres o Davos se une ahora Quebec. Tal y como explican en su propia web \”Stop the FTAA\”, estos grupos se oponen a \”la avaricia de las empresas, a la violencia, a la explotación y a la irresponsabilidad\”, y se muestran a favor de \”la democracia real, los derechos humanos, la paz y la justicia\”
Los dirigentes americanos no quieren volver a vivir una experiencia similar. Así, tienen la intención de comunicar con más transparencia el contenido de las negociaciones y acuerdos que se alcancen en el futuro. El presidente del país que acogerá la próxima cumbre, el argentino De la Rúa, reconoció la necesidad de explicar mejor los acuerdos a los pueblos americanos y dijo que \”la próxima cumbre en Argentina seguramente entonces no precisará vallas para detener a los que vengan a protestar, sino espacios para quienes vengan a aplaudir cuando se está trabajando para el beneficio y el progreso de los pobres\”.
Los objetivos son muy ambiciosos, ahora sólo falta ver si los gobiernos serán capaces de cumplir sus compromisos. El plan de acción aprobado en esta cumbre incluye un total de 241 puntos concretos destinados a fortalecer la democracia y los derechos humanos, promover el comercio, aliviar la pobreza y proteger el medio ambiente.
El acuerdo supone de hecho la extensión del Tratado de Libre Comercio (TLC) que mantienen Estados Unidos, Canadá y México al resto de países latinoamericanos. Para favorecer el proceso, el Banco Interamericano de Desarrollo ha anunciado que destinará 40.000 millones de dólares a lograr los objetivos propuestos en la cumbre.
Conectando las Américas
Los gobiernos participantes en la III Cumbre de las Américas consideran que el acceso a la tecnología es una de las claves para reducir la pobreza en sus países y promover un desarrollo sostenible. Según se afirma en la declaración final, \”nuestros esfuerzos colectivos hemisféricos serán más eficaces con el uso innovador de las tecnologías de la información y de las comunicaciones con el fin de conectar a nuestros gobiernos y a nuestros pueblos y para compartir conocimientos e ideas\”.
Estas ideas se han traducido en un texto complementario también aprobado estos días en Quebec, titulado \”Conectando las Américas\”, que está dedicado de forma específica al impulso del desarrollo tecnológico en los países americanos. \”Reconocemos que se está llevando a cabo una revolución tecnológica -se afirma en este documento- y que nuestra región está entrando en una nueva economía, definida por un aumento significativo de la capacidad de acceder al conocimiento y de mejorar la divulgación de la información\”.
Los gobiernos del continente americano apuestan por \”una sociedad basada cada vez más en el conocimiento\”, algo que no podrá ser realidad sin una efectiva conectividad. En el documento, los 34 dirigentes participantes en la cumbre de Quebec afirman compartir \”la meta de brindar a los ciudadanos de las Américas la oportunidad de desarrollar las herramientas para obtener y compartir conocimientos que les permitirán aprovechar plenamente las oportunidades de fortalecer la democracia, generar prosperidad y realizar su potencial humano. La conectividad abrirá nuevas posibilidades a nuestra sociedad en todos los campos. La igualdad de acceso y la debida capacitación son necesarias\”.
Para fomentar esta igualdad de acceso se ha establecido una \”agenda de conectividad para las Américas\” que prestará especial atención a los \”países en desarrollo y los de economías más pequeñas\” y a los \”grupos rurales y vulnerables\”.
Acceso universal a bajo costo
En concreto, existe el compromiso de \”promover el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones necesaria para apoyar y mejorar todos los sectores de la sociedad y de la economía\”. Además, se pretende \”proveer acceso universal a bajo costo\” para los ciudadanos de estos países.
Entre los objetivos mencionados en el documentos aparecen la creación de \”condiciones que promuevan y fortalezcan la libre y justa competencia de todos los servicios de telecomunicaciones, teniendo en cuenta las normativas legales nacionales\”. Asimismo, existe la voluntad de \”utilizar las nuevas tecnologías para responder a las necesidades de nuestros sistemas de salud y educación nacional\”. Y la educación también está presente en el catálogo de buenas intenciones, mediante la búsqueda de \”medios innovadores \”para facilitar el acceso y el uso de computadoras y programas informáticos en nuestros sistemas educativos\”.
Promover el comercio electrónico
No acaban aquí las propuestas. Los gobiernos quieren establecer programas nacionales y regionales de capacitación en tecnologías de la información y comunicación\”, y también pretenden \”alentar el crecimiento del comercio electrónico y promover la conectividad, suministrando servicios gubernamentales e información en línea, en la medida de sus posibilidades\”.
El establecimiento de una zona de libre comercio entre estos países será muy beneficiosa, a priori, para el desarrollo del comercio electrónico. A menudo se ha dicho que una de las principales barreras existentes para el despegue del comercio por Internet en América Latina era la existencia de barreras fronterizas que se traducían en elevados impuestos.
Instituto para la Conectividad en las Américas
Canadá, país anfitrión de la III Cumbre de las Américas, ha concretado su aportación a este impulso de la nueva economía en la creación del Instituto para la Conectividad en las Américas. El modelo de acción de que seguirá este organismo será el de la estrategia gubernamental canadiense \”Conectando a los canadienses\”, que ha logrado que este país sea uno de los más conectados del planeta.
El Instituto para la Conectividad en las Américas tendrá su sede en la capital canadiense, Ottawa, concretamente en el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID). Contará con un consejo consultivo con representantes de los gobiernos americanos, organismos no gubernamentales, empresas e instituciones académicas.
El objetivo fundamental del instituto será el \”fortalecimiento de la democracia, la creación de prosperidad y la realización del potencial humano, a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación\”.
Canadá aportará este año 20 millones de dólares para que el instituto entre en funcionamiento. Futuros recursos deberán llegar de otros gobiernos, fundaciones y organismos como la Organización de Estados Americanos, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización Panamericana de la Salud, el Banco Mundial, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, además del sector privado.
¿Qué iniciativas podrán recibir apoyo por parte de este organismo? En líneas generales, aquellas que promuevan programas para conectar los países de las Américas. Más en concreto, planes que apoyen una red de instituciones nacionales, que establezcan redes de expertos hemisféricos para intercambiar información científica y tecnológica, que promuevan una mayor comprensión de la diversidad lingüística y cultural, o que conecten a las comunidades y a la juventud.
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