No es ningún secreto que Apple lleva fabricando en China y distribuyendo en diferentes mercados de todo el mundo desde el pasado mes de marzo el nuevo modelo de su teléfono iPhone, que podría presentarse públicamente en San Francisco el próximo 9 de junio, cuando Steve Jobs pronuncie uno de sus sonados keynotes durante la Conferencia Anual para Desarrolladores de la compañía.
Lo que sí es top secret son las características del nuevo aparato, rodeadas de un inexpugnable muro que han impedido hasta la fecha ver una sola imagen o conocer las prestaciones del producto.
Los analistas esperan que la gran novedad sea el iPhone 3G, dotado de mucha más capacidad para navegar. Otras de las novedades podrían ser un sistema de posicionamiento GPS, y un nuevo chip más potente, desarrollado por la compañía Infineon.
El secretismo rodea todo lo que tiene que ver con este lanzamiento. Durante el primer trimestre del año, los ingenieros de Apple han estado trabajando en mejorar el software del iPhone, financiados por una inversión de 100 millones de dólares. Además, se tiene constancia del desembarco de contenedores en barcos procedentes de China en el puerto de Oackland los días 27 de marzo, 28 de abril y 6 de mayo, que rápidamente fueron transportados a un almacén de Fremont (California).
La revista CIO.com ha preguntado a diferentes responsables de tecnología cuáles son las características que esperan en el iPhone de segunda generación. Aparte de las dos ya mencionadas (3G y GPS), la mejora de la seguridad para el uso corporativo es una de las preocupaciones principales
Los CIOs señalan también la importancia de mejorar el iPhone como instrumento de trabajo en las empresas. Así, se destaca la necesidad de introducir una aplicación de correo que trabaje conjuntamente con mensajes, contactos, calendarios y tareas, con un interfaz similar al de las BlackBerry.
Puestos a pedir, otros elementos que los expertos echan en falta son ampliar la garantía del aparato (por ahora sólo cubre el primer año y un número limitado de incidentes), que sea la propia Apple, y no el operador AT&T, la que se haga cargo de las reparaciones, ampliar los seguros para roturas o pérdidas, marcación por voz, comandos de copiar y pegar o baterías de repuesto.
El próximo lunes sabremos cuántos de estos deseos se hacen realidad.
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