Esta historia no tiene desperdicio: un hombre encriptó los contenidos de su disco duro para protegerse de las miradas de los curiosos, pero sus previsoras acciones no han servido para proteger su intimidad y ponerla a salvo del FBI.
El acusado compró un ordenador en el que instaló varias aplicaciones de cifrado de datos, pero al ser arrestado, el departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego le confiscó el PC. Al no poder acceder a su contenido, se lo cedieron al FBI. Y los ingenieros de la agencia de investigación norteamericana resolvieron el problema volcando el contenido del disco a otra unidad.
Con esto consiguieron tener acceso a los datos del acusado, entre los que se encontraban vídeos sexuales de él con su pareja y evidencias de que frecuentaba algunas páginas pornográficas.
Al sentirse avergonzado por estos descubrimientos y en particular, por los últimos, tomó la decisión de demandar a Microsoft, ya que esto no tendría que haber ocurrido, porque estableció que Internet Explorer borrara el historial de visitas a los cinco días. Al no haber sido así ahora será Microsoft quien tenga que decir algo al respecto, pero en los tribunales.
www.baquia.com
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs