Adiós al último distribuidor de VHS

Mediados de la década de 1980: el VHS y el Betamax compiten por hacerse un hueco en el mercado del entretenimiento doméstico. Tras una pugna en la que, en opinión de muchos, el vencedor no es el producto de mayor calidad, el VHS reinará plácidamente durante dos décadas en millones de hogares, para ver y grabar programas del televisor y películas.

Con la llegada del DVD y los soportes digitales a través de Internet, el VHS ha ido retrocediendo desde principios de la presente década, hasta convertirse en una tecnología residual, que sólo utilizan aquellos que aún se resisten a dar el paso al DVD o los grabadores digitales.

También los grandes estudios cinematográficos abandonaron hace tempo este formato, dada la evidente superioridad del DVD en calidad y capacidad de almacenaje y reproducción. “Una historia de violencia” fue el último lanzamiento de Hollywood en VHS, en el año 2006, cuando la mayoría de los comerciantes ya habían colocado las películas en vídeo en la sección de saldos y liquidaciones.

En Estados Unidos, los recalcitrantes que se resisten a dejar de utilizar su viejo reproductor de vídeo lo van a tener ahora más difícil, ya que se anuncia para después de navidades el cierre de la última empresa dedicada a distribuir cintas en VHS.

Se trata de Distribution Video Audio, una compañía que se precia de mantener vivo un símbolo de la cultura popular. Y es que a pesar del dominio del DVD, las películas en VHS todavía se siguen vendiendo, hasta el punto que Distribution Video Audio factura 20 millones de dólares al año, y ha vendido 4 millones de películas en los últimos dos años. Tiendas de oferta y segunda mano, librerías públicas, bases militares o personas que no tienen el tiempo o el interés en aprender a manejar un DVD han sido hasta ahora sus clientes.

Según comenta en una entrevista en el diario LA Times Ryan Kugler, co-propietario de la compañía junto a su hermano, en tres o cuatro años el DVD habrá desaparecido dejando paso al Blu-ray. Y es que, a pesar del dificultoso arranque que está viviendo éste, está claro que la obsolescencia es una amenaza que pende sobre cualquier tecnología.

Lo cierto es que, a diferencia de lo que sucede con la música en mp3 y los discos en vinilo, es difícil que nadie se aferre a una tecnología claramente inferior en usabilidad y calidad (¿recuerdan el suplicio de encontrar una escena concreta utilizando las teclas de “Rewind” y Forward”?). Por eso, el DVD reemplazó con tanta rapidez al VHS, al que sólo queda agradecer los servicios prestados.


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