La compañía AirCell ha anunciado que planea ofrecer conexiones económicamente accesibles de banda ancha en aviones comerciales. El servicio comenzará a probarse en 2007 en EEUU, y los pasajeros podrán conectar sus dispositivos (portátiles o agendas) mediante los estándares inalámbricos 802.11b y 802.11g, a través de un punto del avión denominado picocell que entrará en comunicación con otros en tierra.
La iniciativa no chocaría con la prohibición de usar los móviles en vuelos, ya que este servicio usaría frecuencias distintas a las que podrían provocar problemas en los sistemas de navegación del aparato. Pero si la cosa sale adelante, los usuarios podrían utilizar sistemas de VoIP (como Skype) que emplean sólo una conexión a la Red.
Fontier Airlines es una de las aerolíneas que ya ha mostrado interés por esta tecnología para mejorar su oferta de ocio a bordo, aunque ha avisado de que bloquearía las comunicaciones VoIP y mantendría la prohibición de llamar por el móvil.
Por su parte, AirCell insiste en que será capaz de mantener la alta calidad de su servicio y de operar con costes bajos, al emplear tecnología comercialmente asequible y enlaces directos aire-tierra, en lugar de usar los caros servicios por satélite que se estilan en los sistemas de comunicación actuales.
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