En pleno auge de la Web 2.0, resulta que buena parte de los principales sitios españoles pasan de la opción herramientas colaborativas/participativas, por un irracional temor de que las redes sociales de noticias atraigan en demasía la atención de la gente.
Mal hacen: se trata de un vano intento de ponerle puertas al campo; los internautas son dinámicos, curiosos, investigadores, y más tarde o más temprano descubrirán lo que hay en la Red. Nuestras grandes webs deben confiar en la corriente 2.0; de lo contrario corren el peligro de no entender de qué va esto y terminar fuera de juego. Más
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