Paulatinamente, la externalización offshore ha ganado credibilidad entre las empresas debido a que supone una alternativa económica y de calidad frente a las opciones tradicionales. Como las compañías evalúan un modelo global de realización de proyectos –la combinación óptima de recursos in situ, nacionales, “nearshore” y offshore–, necesitan un modo de determinar qué proyectos son los adecuados para llevar a cabo nearshore u offshore. A continuación se detalla una serie de factores cualitativos y cuantitativos que ayudarán a tomar una decisión.
Factores cualitativos
Los siguientes factores cualitativos pueden utilizarse inicialmente para seleccionar los candidatos piloto a proyectos nearshore u offshore. A medida que las empresas obtienen más experiencia con el modelo global de realización de proyectos pueden ir modificando estas características para conformar las bases de un marco repetible a la hora de evaluar nuevas iniciativas. Cuando una empresa se siente a gusto con un modelo global determinado –y crea las competencias internas para gestionar la combinación de recursos in situ, nacionales, “nearshore” y offshore–, entonces puede empezar a ampliar el uso de dicho modelo para evaluar proyectos más complejos.
- Nivel de ambigüedad de los requisitos: Un proceso riguroso que defina los requisitos y cree consenso y aprobación de los supuestos clave reduce la necesidad de llevar a cabo cambios y adaptaciones durante el desarrollo del proyecto. Los proyectos que cuenten con unos requisitos claramente definidos y que se presten a metodologías modulares o a la ejecución a distancia de la programación y las pruebas –en lugar de procesos de desarrollo muy iterativos– son más adecuados para realizarlos de forma offshore.
- Interacción con el usuario final: El nivel de comunicación y contacto directos con los usuarios finales es uno de los factores más críticos a la hora de determinar la idoneidad de la ubicación de las tareas por realizar. Los proyectos que no requieren mucha interacción directa con el usuario final durante todo el ciclo de vida de la campaña son, comúnmente, más idóneos para que se lleven a cabo de forma offshore.
- Estabilidad de la aplicación: Una aplicación que se encuentre en un estado relativamente estable y seguro permite que el equipo de proyectos se pueda centrar en el proceso, la metodología y el flujo de trabajo, en lugar de dedicarse a tapar agujeros. La selección de una aplicación con un alto nivel de estabilidad permite que las empresas puedan poner a prueba el modelo global de realización de proyectos con el objetivo de evaluar los niveles de ahorro y planificar los supuestos para campañas futuras.
- Baja complejidad operativa: Las aplicaciones piloto no deben requerir procedimientos complejos -que supongan, por ejemplo, la intervención manual o la modificación de datos significativos-, ni tampoco deben exigir un alto nivel de integración con otros sistemas, a no ser que la mayoría de ellos formen parte de un conjunto global de aplicaciones que se llevará a cabo de forma offshore. De esta forma, se garantizará que la transferencia de habilidades se concluya en un corto plazo de tiempo y que se obtengan los beneficios del apoyo offshore lo más rápidamente posible.
- Vida útil razonable de la aplicación: La aplicación debe programarse para que pueda utilizarse durante 24 meses como mínimo, tiempo suficiente para garantizar la consecución del periodo de retorno de la inversión.
- Importancia empresarial: La elección de una aplicación piloto que posea una importancia empresarial de grado bajo o medio limitará los efectos de cualquier problema inicial que pueda surgir con el proceso de apoyo offshore. Cuando este proceso se haya consolidado, también se puede considerar la posibilidad de llevar a cabo proyectos offshore de aplicaciones con un alto nivel de importancia empresarial.
- Ajuste del impacto del negocio a los objetivos de la empresa: Algunas empresas, al principio, seleccionan proyectos de baja notoriedad de forma que puedan resolver los problemas sin correr demasiados riesgos. Otra ventaja es que, con las aplicaciones de bajo impacto, existe una presión menor en cuanto a la planificación. Sin embargo, otras empresas eligen aplicaciones con alto impacto empresarial con el objetivo de lograr rápidamente un gran éxito que proporcione el impulso necesario para adoptar un modelo global de realización de proyectos offshore.
- Índice de transferencia de conocimientos: El nivel disponible de conocimientos explícitos o información documentada es un factor importante que se debe considerar cuando se elige una aplicación piloto offshore. Probablemente, los proyectos con niveles altos de conocimientos existentes se implementarán de una forma más rápida y a un menor coste que aquellos en los que la documentación es limitada o que la información está en “las mentes” del personal informático interno. Del mismo modo, no será tan necesario que los responsables de desarrollo tengan que interactuar con empleados internos contrarios al cambio que intenten retrasar o detener la realización offshore del proyecto.
- Reacción mínima de los empleados: Las aplicaciones piloto deben pertenecer a aquellas áreas de la empresa más dispuestas a aceptar el uso de recursos offshore. Cuando el proyecto piloto demuestre la viabilidad de la realización offshore, entonces será más sencillo convencer a las áreas más escépticas de la empresa para que también se beneficien del trabajo offshore.
- Tamaño del equipo de apoyo: El tamaño del equipo debe ser suficientemente grande para que garantice la consecución del periodo de retorno de la inversión y haga hincapié en la evaluación del proceso (de 15 a 20 personas a tiempo completo, o incluso más), en contraposición a los equipos pequeños que dan apoyo a múltiples aplicaciones. En cuanto a los proyectos piloto, el tamaño del equipo de proyectos es importante para permitir una transición razonable y controlada que se pueda sustentar y seguir de cerca. Además, los aspectos relacionados con el nivel de resistencia y la gestión del cambio se pueden gestionar para comprender los umbrales de los límites y procesos organizativos. Una vez concluidos los proyectos piloto, la empresa puede pensar en otros de mayor escala que puedan requerir cientos de trabajadores a tiempo completo. Los distribuidores de servicios externos offshore (ESP en sus siglas en inglés) ofrecen con frecuencia descuentos significativos por grandes cantidades de personal, y las empresas afirman que, normalmente, los proyectos con más de 50 trabajadores son los que cuentan con los ratios de ahorro más altos.
Los factores técnicos que se presentan a continuación también deben tenerse en cuenta en la elección de proyectos piloto offshore:
- Hardware y software: Para proyectos piloto, elija aquellos que requieran un hardware y software sencillo y estándar. Los proyectos no deben suponer un gasto por duplicado para la empresa o la instalación adicional de hardware en el centro de desarrollo offshore, y deben tener un impacto limitado en los costes de las licencias de software.
- Entorno de aplicación: Asegúrese de que la empresa dispone de las capacidades necesarias para llevar a cabo la aplicación piloto. Por ejemplo, elija una aplicación que vaya a funcionar en la plataforma más usada por la empresa.
Factores cuantitativos
A menudo, las ESP crean demasiadas expectativas en cuanto al ahorro de costes que se puede alcanzar con el desarrollo o la gestión offshore de aplicaciones. Aunque los salarios de las ESP offshore son considerablemente inferiores, esta ventaja debe cuantificarse en el contexto de todo el ciclo de vida del proyecto (desde el concepto hasta la producción).
El salario de un programador offshore de Java normalmente se sitúa entre 20 y 40 dólares por hora, comparado con los 150 dólares o más que cobra un programador de una ESP en EEUU. De hecho, el salario de un programador offshore probablemente también sea inferior al coste interno total de un programador que trabaja en una empresa estadounidense. Sin embargo, el precio por hora de programador offshore que trabaja en EEUU oscila, normalmente, entre 55 y 90 dólares, y podría ser superior que el coste interno total. Por lo tanto, es esencial ntificar las proporciones del trabajo de una ESP que se va a realizar offshore o in situ. Una pauta útil es que no se alcanzarán ahorros significativos en los costes a no ser que como mínimo el 70% del número total de horas de trabajo se lleve a cabo a distancia, en una ubicación offshore. Otros factores cuantitativos son los siguientes:
- Número de recursos: Los eles de personal que participan en los trabajos que definen la operación determinan directamente la escala del proyecto y guardan correlación con el ahorro alcanzado.
- Duración del proyecto: Los ahorros alcanzados variarán de forma significativa de acuerdo con la duración del proyecto. Por ejemplo, el ahorro que se logra en un acuerdo de externalización offshore de varios años de duración será muy diferente al de uno de tres meses de extensión.
- Plataformas tecnológicas: Las plataformas tecnológicas específicas que participan en un proyecto offshore pueden influir en la demanda y el suministro de capacidades concretas. Por ejemplo, podría ser difícil hallar recursos altamente cualificados para tecnologías emergentes o anticuadas, por lo que estos recursos deben valorarse ampliamente.
- Alcance del proyecto: La declaración de objetivos que define el proyecto y el papel del distribuidor de servicios en toda la operación también determinará los ahorros durante la misma. Si el alcance de la operación aumenta, los beneficios también lo harán, siempre que se gestionen bien los riesgos.
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