Esta mañana se suspendió la cotización de Avánzit (cuya acción ha quedado congelada en 1,63 euros), empresa anteriormente conocida como Radiotrónica y fusionada con Telson, sin que nadie supiera muy bien porqué. Lo único que se sabía a ciencia cierta es que la CNMV había procedido a petición de esta compañía de tecnologías de la información y producción audiovisual. El terreno estaba abonado para los rumores.
Ahora ya se sabe la razón. El consejo de administración de Avánzit va a solicitar la suspensión de pagos para su filial de tecnología, llamada Avánzit Tecnología, para hacer posible la \”estabilidad y continuidad de la división de ingeniería\”.
Una situación por la que ya pasaron a finales de mayo la matriz y la parte de esta empresa dedicada a las telecomunicaciones, Avánzit Telecom. La sociedad del grupo ENA-SGT se encuentra en el mismo brete. También por aquel entonces también acometió la venta de su costosa división brasileña, y de la no menos deficitaria filial informática Comelta. Es decir, que únicamente la filial Avánzit Media se encuentra libre de la suspensión de pagos. Y es que los problemas de Avánzit son graves y vienen de lejos.
En junio, y tras alcanzar un acuerdo con más de 40 entidades financieras para reestructurar su deuda, aseguró que confiaba con levantar esas suspensiones de pagos primaverales en otoño. En esa misma época se eligió un nuevo consejo de administración que mantenía a Rafael Martín Sanz al mando, lo que provocó una cruenta guerra interna, ya que el antiguo presidente de Radiotrónica Juan Bautista Pérez Aparicio propuso un consejo y una estrategia completamente diferentes.
En septiembre, lo que decía la gente de Avánzit era que cerrarían Avánzit Telecom si no alcanzaba un acuerdo antes de un mes con los sindicatos para poner en la calle a unos 320 o 350 empleados de los 550 fijos que tiene.
Este mismo mes, el grupo de accionistas minoritarios de esta compañía APRA se opuso a una posible OPA de exclusión, a un precio que podría oscilar entre los 2,65 y los 3 euros, por considerarla \”insuficiente\”. En APRA creen que pronto se levantarán suspensiones de pagos, se reorganizará coherentemente el negocio y quizás llegue un nuevo socio que eleve de nuevo el valor de esta empresa.
Durante el primer semestre del año, esta compañía perdió 54,6 millones de euros sobre unos ingresos de 138 millones, un 31% por debajo de lo obtenido en el mismo periodo de 2001.
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