Quien tenga niños en casa sabrá de la fascinación que ejercen sobre ellos los aparatos electrónicos. Apenas son capaces de sostener un objeto entre sus delicadas manos, y ya se decantan por los mandos a distancia, los móviles, las cámaras digitales o los reproductores musicales. Con tan temprana iniciación, no es de extrañar que algunos chavales dominen a los tres o cuatro años el manejo de la cacharrería doméstica mejor que sus padres, y no mucho más tarde ya les estén dando clases con el ordenador. Pues por si esto no fuera suficiente y encima hiciera falta motivarles, ahora la cadena de jugueterías Imaginarium ha lanzado un móvil dirigido a niños (un móvil de verdad, no de juguete), para ser usado a partir de los seis años. ¿Y para qué necesita un niño de seis años un móvil? ¿Tal vez para empezar a crearle ansiedad y dependencia cuando se lo olvide en casa? Es posible.
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