La libertad que otorga escribir anónimamente en Internet se entiende por algunos más bien como libertinaje. El debate que se plantea es claro: ¿hasta qué punto es lícito criticar a alguien sin desvelar la identidad? ¿Tiene más valor una opinión de una persona que da su nombre y apellidos que otra de alguien que oculta su identidad?
Todas estas cuestiones se pueden plantear en el caso Patent Troll Tracker vs. Niro Scavone Haller & Niro: un blog que desvela las prácticas de un bufete de abogados de Chicago especializado en el registro de patentes-fantasma, para luego beneficiarse de las licencias de uso. Los abogados han puesto precio a quien desvele la identidad de su acusador: 10.000 dólares. Hay caso para rato.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs