El gobierno chino no da tregua a los blogueros de su país. Ya hace algunos meses anunciaba que intensificaría el control sobre lo publicado en las bitácoras de los internautas, y ahora tiene intención de acabar con el anonimato en la blogosfera china, obligando a los proveedores de servicios de blogs a que registren a sus usuarios con sus datos personales reales. Nada de motes, direcciones falsas o emails de usar y tirar: todos perfectamente identificados y controlados, y a responder cada uno de lo que publica. A este paso, los internautas chinos, que ya forman la segunda población más numerosa del planeta, corren el riesgo de terminar navegando encerrados en los estrechos límites de la jaula donde les confinan sus autoridades.
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