El instituto Empire High School, de Arizona (Estados Unidos) ha puesto en marcha una iniciativa para llevar a su máxima expresión la filosofía de acercar la tecnología a las aulas. Se trata de reemplazar los libros de texto por ordenadores, concretamente portátiles iBooks de Apple.
En el centro educativo afirman que no están en contra de los libros, ni pretenden arrinconarlos a la categoría de objetos de museo. De hecho, los profesores continúan teniéndolos a mano para emplearlos como recurso de apoyo, y no dejan de animar a los alumnos para que consulten los ejemplares almacenados en la biblioteca. Sin embargo, los ordenadores serán desde ahora la herramienta principal para impartir docencia en el centro.
El coste de la iniciativa de dotar a cada uno de los 340 alumnos con un portátil no es tan desorbitado como pudiera imaginarse. El centro contaba con un presupuesto de 500 dólares por alumno para gasto en libros y material educativo, y se calcula que el precio de cada PC está en torno a los 800 dólares, por lo que no hay tanta diferencia entre cargar las mochilas de los estudiantes con los tradicionales manuales y equiparles con un flamante portátil.
Otro problema es que los alumnos hagan un uso responsable de los ordenadores, ya que no deben olvidar que se trata de una herramienta para el estudio y no de ocio. Por el momento, se les permite almacenar música, puesto que los responsables del centro afirman que la música es una parte muy importante en la vida de un adolescente, y los alumnos tendrán buen cuidado de tratar adecuadamente el soporte en el que guardan dicha música.
El material disponible en Internet y los libros electrónicos se convertirán así en recursos empleados habitualmente por los profesores en clase, en las que en vez de escucharse clásicas frases como “Abran el libro por el capítulo Ocho”, se teclearán URLs o se utilizará la potencia de los buscadores. Tampoco serán ya válidas excusas como “Mi perro se los comió” para justificar la no entrega de los deberes; siempre se podrá alegar que el disco duro dejó de funcionar, aunque este recurso será menos creíble puesto que toda la información utilizada en las clases se almacenará en el servidor alojado en el instituto.
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