Aunque algunos parecen olvidarlo, el sistema penitenciario, al margen de aislar a los individuos potencialmente peligrosos para la comunidad, tiene como propósito último la reinserción social del delincuente. Por eso es una buena noticia que el Estado español haya decidido dotar a las cárceles de aulas de informáticas, donde los reclusos tendrán acceso a Internet y recibirán cursos de formación en tecnología. Una ventana más para la esperanza. Más
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