No es raro que las páginas de juegos online vendan, por ejemplo, una casita virtual para la mascota también virtual, pagando, eso sí, con dinero real.
El problema es que los niños, grandes usuarios de este tipo de servicios, no suelen tener a mano la tarjeta de crédito de sus padres para comprarle un juguete a esa mascota cibernética.
Para resolver el dilema, las páginas de juegos para niños FooPets y Puzzle Pirates, socios de la empresa Kwedit.com han empezado a ofrecer esos objetos a cambio de una promesa de los chavales de que van a pagar.
Así, el usuario no tiene más que imprimir un recibo con un código de barras, llevarlo al 7-Eleven más cercano y, en vez de comprarse unas chuches o una revista de videojuegos, ponerle un jersey monísimo a su caniche virtual.
Si cumplen su promesa, el juego les da puntos y la próxima vez les \”fía\” más dinero.
El sistema permite no sólo cobrarles a niños que apenas tienen unos pocos dólares de la paga, sino saltarse al filtro de los padres que antes tenían que dar permiso -o mirar perplejos a sus hijos ante la pregunta- para comprar esos accesorios inexistentes.
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