Sabido es que los departamentos de recursos humanos de las empresas emplean cada vez más técnicas y herramientas para conocer al dedillo (precisa registro) a sus empleados, o a sus futuros trabajadores.
Bien, pues mucho cuidado con lo que escribimos en nuestros blogs, porque nos podemos autoperjudicar. No hay que subestimar ni la capacidad de las compañías para saberlo todo acerca de nosotros, ni la de las redes sociales, que no son tan privadas como algunos creen.
Así que, hasta que el mundo corporativo no entienda que una cosa es el trabajo y otra el mundo íntimo de cada cual, conviene ponerse a resguardo en la blogosfera y no dar demasiadas pistas acerca de nuestras vidas.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs