La información y comunicación de todo tipo de proyectos, novedades, mensajes, lanzamientos, forma parte ya de toda estrategia corporativa. Nada de improvisar: se impone la planificación cuidadosa de lo que se dice, de cómo se cuenta, de a quién nos estamos dirigiendo.
Hay que cuidar todo, desde la exposición (que debe ser clara, metódica, lo más sencilla posible) hasta los propios soportes sobre los que se muestra la información. Y, si es preciso para mejorar y aprender pasarse un rato ensayando ante el espejo, pues hala, sin cortarse un pelo. Más
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