Búsquedas, anuncios patrocinados, software, vídeo, blogs, aplicaciones online… Los tentáculos de Google son tan largos como diversos. Pero si había un campo que todavía no era del todo dominio suyo era el de la publicidad interactiva. Ahora, después de la compra de DoubleClick, Google podría estar planteándose dar un giro radical a la forma en que gestiona la publicidad: pasar del CPC (Coste Por Clic) al CPM (Coste Por Mil), con lo que aumentaría sustancialmente sus ingresos publicitarios, ya que no dependerían –como sucede ahora-del número de clics en los enlaces, sino de las impresiones servidas.
¿Estarán los anunciantes dispuestos a volver a un modelo que muchos consideran desfasado y superado, porque no les garantiza conocer el retorno de su inversión? Eso está por ver…
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