Los nueve primeros meses del año en Deutsche Telekom no dan como para descorchar una sola botella de cava. Las pérdidas han superado los 1.500 millones de euros hasta septiembre, una cifra que contrasta de forma notable con las ganancias de 8.400 millones obtenidas en el mismo periodo del año anterior. Con estos mimbres, la empresa espera hacer una cesta repleta de números rojos para todo el ejercicio de 2001.
El pago por la licencia de telefonía móvil de tercera generación ha sido la principal piedra que la operadora de telecomunicaciones alemana ha encontrado en el camino. La broma, que le ha salido por 900.000 millones de euros, puede derivar en un absoluto desastre si no se cumplen las fechas previstas en el lanzamiento de la tecnología UMTS. Si no se tuviera en cuenta esta partida, Deutsche Telekom habría presentado unas ganancias netas de 1.700 millones de euros. A estos gastos se añaden los 1.800 millones derivados de la amortización del fondo de comercio (diferencia entre el precio pagado por una empresa y su valor contable) por su compra de la firma de telefonía móvil estadounidense Voicestream.
La compañía facturó hasta septiembre 35.000 millones de euros, lo que supone un 20% de incremento respecto al mismo periodo del año anterior. Deutsche Telekom confía en que los ingresos correspondientes al ejercicio completo aumenten un 15%.
En Bloomberg
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