En plena Sociedad del Conocimiento, la información es poder, y más en el terreno empresarial, donde el acceso en todo momento a la información actualizada en tiempo real garantiza no sólo la consistencia y la calidad de los informes, sino también la información necesaria para la toma de decisiones.
Las grandes empresas son el segmento que más rápidamente han adoptado la filosofía ERP. Éstas han visto en las soluciones de gestión empresarial un gran aliado para tener un mayor control y gestión de la empresa. En ellas las organizaciones encuentran una solución para ofrecer a la compañía toda la información necesaria sobre el negocio, información de calidad en tiempo real que posibilite a los gestores tomar decisiones más rápidamente y más acordes con el acontecer del entorno y la realidad de la empresa.
Pero disponer de una plataforma que haga una gestión de todos los datos de la empresa, en vez de tenerla dispersa por la organización, y que la analice de forma rápida, basándose en informaciones actualizadas, es una exigencia para cualquier empresa, independientemente del sector de actividad en el que opere y de su tamaño.
La falsa creencia de que los ERPs ‘son sólo para las grandes empresas’, ‘son muy caros’ o ‘muy complicados de manejar’ deja de tener sentido en un mundo globalizado donde es clave reaccionar antes a los cambios del entorno. El ERP se convierte, por tanto, en una herramienta indispensable para que una empresa sea verdaderamente competitiva en el mercado actual, en el que tiempo de respuesta y de toma de decisiones tiende a ser cada vez menor y donde no debe ni puede quedar margen para el error.
Pero veamos cuál es el grado de implantación de estas tecnologías en la pequeña y mediana empresa española. De acuerdo el último estudio “Utilidad e implantación de las TIC en las pymes y autónomos”, elaborado y presentado por la Secretaría de Estado de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, el 93% de los encuestados asegura tener previsto implantar alguna solución tecnológica para la gestión diaria de su negocio.
Estos datos ponen de manifiesto que hoy por hoy nadie duda de las ventajas de las TIC para aumentar la competitividad y la productividad de las empresas de nuestro país. Según otro estudio realizado por una empresa del sector, el 64% de las pymes emplea un ERP a la hora de gestionar sus negocios y el 50% de las pymes más pequeñas, es decir, aquellas con una plantilla de entre 10 y 50 empleados, ya cuentan con este tipo de software. La cifra se eleva hasta el 70% en el caso de las que tienen entre 50 y 250 empleados.
La integración de la información empresarial permite ganancias de tiempo y precisión en la ejecución de las tareas, haciendo que funciones que anteriormente eran desempeñadas por 4 personas, hoy las realicen menos personal, liberando así recursos humanos para otras tareas o para el desarrollo de proyectos que hasta entonces eran aplazados por falta de tiempo y medios. Además, permite eliminar la redundancia de tareas y de operaciones superfluas.
Las economías de tiempo en el desempeño de tareas y la uniformización de información contribuyen a disminuir los tiempos de respuesta a los clientes y proveedores, y al aumento de competitividad de cara a los competidores.
Una aplicación integrada de planificación de recursos empresariales (ERP) proporciona muchas ventajas importantes, incluyendo una visión de 360 grados de todo el negocio. Esta visión permite un mayor entendimiento de todos los procesos, como el financiero, la administración de la relación con los clientes, recursos humanos, cadena de suministro y la administración de la relación con los proveedores. El software consolida todos los datos relevantes en un único sistema, lo que es un gran alivio para las pymes, ya que puedan reducir la complejidad y minimizar errores.
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