La semana pasada el Parlamento Europeo acogió una votación trascendental para determinar los derechos y obligaciones de los internautas europeos. Por un margen de apenas 17 votos se rechazó considerar como delincuentes a aquellos que intercambien archivos en redes P2P, siempre que lo hagan exclusivamente para su disfrute personal y no haya ánimo de lucro.
De momento se ha salvado el primer match-ball, pero la presidencia francesa de la UE durante la segunda mitad de este año hace temer a muchos que los políticos franceses, enemigos declarados del P2P, intenten imponer algún tipo de normativa restrictiva en esta área. Minetras tanto, por llo que pudiera pasar, el eMule y compañía echarán humo.
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