El consumidor está, en la actualidad, accediendo y modificando sus cuentas bancarias, sus inversiones, y realizando compras online. Muchos acceden a la Red para informarse sobre determinadas condiciones médicas; parecería lógico que, el mismo grado de control que poseen sobre su cuenta bancaria, o carrito de la compra en unos grandes almacenes online, lo tuviesen sobre sus datos médicos personales.
La medicina es, para muchos, el último bastión en el que la todavía se utiliza el papel para la mayoría de las transacciones. No deja de ser curioso que, en organizaciones en las que la utilización de información es intensiva, la mayor parte de ésta resida en ese clásico soporte.
No obstante, la mayor parte de los actores del sector salud están de acuerdo en la necesidad de informatizar la medicina. Entre otros, los argumentos esgrimidos son la reducción de los errores sanitarios y la mayor accesibilidad a la información.
Sin embargo, a pesar de las predicciones realizadas hace años sobre el nivel de utilización de estas herramientas, lo cierto es que en términos prácticos, sólo entre el 5-10% de los médicos utiliza la Historia Clínica Informatizada (HCI).
Más información en La brecha entre la Salud y las Nuevas Tecnologías
Características de la HCI virtual
Las ventajas de una HCI disponible en Internet están claras:
- Acceso del cliente (médico o paciente) al historial clínico
- Introducción de información clínica relevante por el cliente/paciente
- Acceso a recursos informativos
- Consejos médicos personalizados
Para ajustarse tanto a los estándares públicos de intercambio de datos, como al control por parte del usuario, el diseño de estas aplicaciones debería incluir los siguientes conceptos:
- Integral
- Accesibilidad
- Interoperabilidad
- Confidencialidad
- Auditable
- Flexibilidad
La utilización de Internet para transmitir información médica permite disponer de ella en el mismo lugar de la asistencia. Los obstáculos que han impedido la implantación de una herramienta eficaz se relacionan con:
- Identificación de paciente y médico
- Requisitos de seguridad
- Contenidos
- Formato
- Lenguaje
- Coste
La implantación de una HCI transversal, blindada, y controlada por el paciente, accesible en Internet, puede ser lo suficientemente simple y práctica para mostrar todo su beneficio. La Historia Clínica Electrónica/Informática Virtual es un agregado de registros individuales residentes en varios sistemas de información en diferentes localizaciones y en múltiples tipos de soporte. Los componentes de una herramienta de este estilo tendrían que ser, como mínimo, los siguientes:
- Motor de conectividad
- Sistema de identificación única
- Seguridad multicapa
- Índice maestro de pacientes
- Gestor de documentos electrónicos
- Procesador de flujos de tareas
- Capacidad de manejar archivos de imagen
Con la aparición de la World Wide Web, el tradicional esquema cliente-servidor de un sistema de tales características, queda sustituido por una arquitectura multicapa y multiconexión a cliente:
- Sistema de presentación: El explorador
- Middleware: conjunto de objetos distribuidos
- Repositorio: Colección de múltiples bases de datos heterogéneas
El resumen gráfico de las características, componentes y relaciones de una HCI online, se muestra a continuación:
La necesidad de HCI en las Organizaciones Sanitarias
Según una reciente encuesta realizada por el Medical Records Institute, en la que se analizaron las respuestas de 761 proveedores de servicios de salud, los factores administrativos que indican la necesidad de emplear una HCI son:
Las Dimensiones de la HCI
Los sistemas de HCI, una vez considerados todos los factores expuestos, son muy complejos. Para comprender la gama completa de opciones disponibles, se puede pensar en 10 dimensiones. El grado de complejidad elegido en cada una de ellas dará al final el resultado deseado, yendo desde francamente simple (poco adecuado) a posiciones extremadamente complejas. Las dimensiones existentes se pueden resumir de acuerdo al siguiente esquema:
Derecho de Acceso y Modificación
La concesión al usuario del control sobre los permisos para acceder a sus datos médicos, ya sea creación, unión, modificación, diseminación, utilización o borrado del registros, es clave para asegurar la accesibilidad a su propia información médica protegiendo, a la vez, su intimidad. A pesar de los grandes avances logrados por el ser humano, en el campo de los cuidados de la salud existen todavía brechas en la gestión de la información.
En un porcentaje elevadísimo de casos, el profesional sanitario tiene que actuar a ciegas, carente de datos precisos sobre los antecedentes de su paciente, repitiendo de manera potencialmente innecesaria exploraciones complementarias, e ignorando enfermedades y condiciones ya detectadas en anteriores situaciones. La visión integradora de una Historia Clínica Informática unida a Internet, con accesibilidad global, parecería la solución a muchos de los dilemas y retos a los que se enfrentan los servicios sanitarios en el siglo XXI. ¿Posibilidad, ciencia ficción o utopía?
Más información en Comportamiento de los médicos en la Red
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Jorge Martínez de Hurtado es Director de Operaciones y Desarrollo Estratégico de Médico Directo, y miembro de la Unidad de Urología de la Fundación Hospital Alcorcón
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