En su denodado esfuerzo por erradicar la copia ilegal de discos, la compañía Epic, una de las divisiones de la discográfica Sony Music, ha ideado una nueva, original y disparatada fórmula con el fin de evitar la copia de los discos que todavía no se han puesto a la venta.
Aunque parezca una idea surgida en una noche de juerga, Epic ha enviado a los críticos musicales –que suelen escuchar los álbumes semanas antes de su lanzamiento– un discman de la marca Sony con el disco en su interior. Eso sí, el reproductor estará sellado a cal y canto con pegamento para que resulte imposible extraer el disco, pasarlo a formato MP3 y ponerlo a circular por Internet.
Los cascos también permanecerán pegados al discman para impedir que éste sea enchufado a una grabadora.
Los primeros ‘sacrificados’ con este tecnología han sido la cantante Tori Amos, que editará en octubre Scarlet’s Walk, y el grupo de Seattle Pearl Jam, cuyo álbum Riot Act saldrá antes de que concluya el año.
Los críticos que han recibido las primeras copias, aparte de incredulidad, han mostrado su enojo por no poder escuchar el disco en condiciones. En un acto de rebeldía (o más bien de coherencia) alguno ya ha encontrado la forma de abrir el aparato para extraer el disco.
Seis canciones del próximo disco de Tori Amos llevan circulando desde hace un mes por Internet.
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