El futuro (y casi el presente, ya) del consumo de contenidos tecnológicos está en la movilidad. Tanto es así, que quienes no logren adaptarse a esta estrategia -bien sea por ineptitud o por su reducido tamaño o marca- estarán condenados a fenecer.
Pero muy tontas serían las operadoras de móviles si rechazaran por sistema a las webs, a las empresas más pequeñas. Porque éstas también tienen mucho que decir: tienen un público en ocasiones nada desdeñable, especializado y que, aunque garantice un menor nivel de ingresos, también es verdad que pueden dar una rentabilidad desconocida en las aventuras indiscriminadas. Más
Noticias relacionadas
-
Adidas vende un millón de zapatillas hechas con basura marina
-
La nueva excentricidad de Elon Musk: vender ladrillos similares a LEGO para construir casas y otras estructuras
-
Tuitear con los ojos ya es posible