El servicio de correo de Microsoft ha decidido coger las maletas y largarse de casa. Y es normal, porque lleva viviendo en el mismo sitio desde 1996, y once años en la Red se acercan a la treintena en la realidad. Así que, como todo hijo de vecino, ha decidido que ya es hora de emanciparse y cambiar de domicilio, al nuevo Windows Live Hotmail.
Que no cunda el pánico, porque este cambio afectará a sus usuarios para bien (o, al menos, eso aseguran) y, además, la empresa de Redmond deja la posibilidad de mudarse o de quedarse en el actual servicio de Hotmail.
Eso sí, el nuevo sistema promete ser más rápido, más seguro, y con multitud de nuevas opciones, por lo que lo natural sería cambiar de casa. Si además, esta mudanza no tiene gasto alguno ni nos borrará ningún email, en principio nadie querría quedarse en su antiguo domicilio.
Claro, que siempre están aquellos que siguen lo de “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer” y se resistirán a mudar el lugar de consulta de sus emails. Mientras, los demás podrán disfrutar de una casa nueva, recién pintadita y con muebles de última generación. Esperemos que no empiecen a aparecer pronto goteras, ni chapuzas ocultas en las esquinas.
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