Cinco días para el día D. Uno y otro frente en la operación HP Compaq siguen afilando los cuchillos, mientras los accionistas desgranan poco a poco sus intenciones.
Interex (International Association of HP Computing Professionals), puso su porción simbólica de acciones del lado de Carly Fiorina, mientras que el fondo de pensiones más grande de EEUU (CalPers), con 7,6 millones de acciones, declaró su intención de ir contra la recomendación del Institutional Shareholder Services (ISS), del que es cliente, que publicó un informe pro-fusión.
Ahora, el banco Wells Fargo ha puesto sus 4,5 millones de acciones, el 0,23% de HP, del lado de los \’disidentes\’, al declarar su intención de votar \’no\’ el próximo 19 de marzo. Tampoco Bank of America tiene intención de colocar sus 6 millones de títulos en contra de las familias de los fundadores, que iniciaron la revuelta contra la operación, valorada en 22.000 millones de dólares. El banco piensa que el monstruo resultante de la fusión \”tendrá una mala combinación de productos\”.
Pero no todo son malas noticias para Fiorina. De su lado y del de la fusión se ha colocado un gran inversor institucional (el cuarto mayor de HP), Putnam Investments, que controla 46,2 millones de acciones (el 2,5% de la compañía). \”Creemos que la unión enriquece a la estrategia de ambas compañías y su posición competitiva en el mercado, lo que ofrecerá beneficios financieros s a los accionistas\”. También Patricia Dunn, miembro del Consejo de HP y CEO de Barclays Global Investors, ha resuelto sus dudas previas y apoyará la operación.
Tenemos pues que más de un 21% del accionariado está públicamente en contra de la adquisición de Compaq por parte de HP, mientras que solo un 8% de los títulos aparecen del lado de la fusión, incluyendo el 2,5% de Putnam Investments y el 3,1/ de Barclays.
Antes de que se produzca la votación ya se especula con lo que ocurrirá con HP y Compaq si la boda no sale adelante. De entrada, ya hay miembros del Consejo de Hewlett-Packard que aseguran que dimitirán si no se cierra la compra de Compaq; Phil Condit, CEO de Boeing, y Sam Ginn, ex presidente de Vodafone Air Touch, advierten además que el \’no\’ en la votación conducirá a grandes cambios en el Consejo y la ejecutiva de la compañía.
Por supuesto que, Carly Fiorina, la CEO de HP, que ha empeñado su imagen en la fusión, tendría prácticamente imposible convivir al lado de un Walter B. Hewlett victorioso. De hecho, el miembro de la ejecutiva e hijo de uno de los fundadores de HP ha declarado que si su empresa sigue el camino en solitario, sólo Fiorina abandonará la compañía, acentuando que no reinará el caos tras el \’no\’. \”Los días de Fiorina están contados\”, dice ufano Walter Hewlett.
Hewlett reitera que la unión traerá la primacía del negocio de los PCs y los servidores baratos, mucho menos rentable, mientras que lo razonable sería centrarse en los servidores de altas prestaciones, los servicios y la división de imagen e impresión. Es un debate que también está abierto: si el matrimonio sale adelante, ¿qué productos permanecerán?
Antes de que se produzca la transferencia de los 20.000 millones de dólares, la rifirafe preacuerdo ya está saliendo escandalosamente caro. Además de las extraordinarias minutas de los abogados que se están dejando ambos contendientes en la batalla, los anuncios a toda página en los periódicos, el mailing, las llamadas telefónicas, la publicidad online… están acercando la factura a los 100 millones de dólares.
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