La principal empresa fabricante de chips del mundo está acostumbrada a encargar las patentes por docenas y luego cobrar por su uso a otras empresas. Pero las patentes son un arma de doble filo.
Un tribunal federal ha encontrado a la compañía de Craig Barrett culpable de infringir literalmente con los diseños de sus procesadores para servidores Itanium e Itanium 2 parte de las patentes tecnológicas de Intergraph y de su procesador Clipper, que son perfectamente válidas y aplicables.
La multa es de 150 millones de dólares, e Intergraph ha añadido que si Intel no quiere tener que rediseñar sus chips, algo que es prácticamente inviable, deberá pagarle otros 100 millones para contar con las licencias pertinentes.
No obstante, aún no está dicha la última palabra, ya que Intel, que se ha declarado “respetuosamente en desacuerdo con la decisión del juez” ha asegurado que recurrirá mientras le quede opción para hacerlo. La mala noticia es que si apela y pierde, probablemente tendría que pagar otros 100 millones de dólares a su competidora. Si gana, no recuperará los 150 millones, pero no tendrá que pagar ninguna licencia a Intergraph en el futuro por el uso de esas patentes.
Estas dos compañías llevan a la gresca por culpa de las patentes desde 1997. Ya en abril de este año, llegaron a un acuerdo según el cual Intel tuvo que desembolsar 300 millones de dólares a cambio de algunas licencias de esta compañía, mucho más pequeña.
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