La convergencia parece la panacea de las comunicaciones. Todo el mundo la utiliza, incluso algunos operadores se están organizando alrededor de ella. En este artículo voy a profundizar en la convergencia en las comunicaciones de las empresas. Dejaré para otro posterior la convergencia para el mercado residencial y con el mundo de los Sistemas de Información.
La clave para la convergencia de las telecomunicaciones en las empresas está en la telefonía sobre IP, o lo que se suele llamar voz sobre IP (VoIP). Según todos los estudios de mercado esta industria tendrá el año que viene un volumen de negocio de alrededor de 13.000 millones de euros (datos de IDC), y más de 2,2 millones de empresas la utilizarán de alguna manera.
Las empresas comienzan con la VoIP para reducir sus costes de comunicaciones. Luego, las que dan el paso se dan cuenta que el verdadero filón está en las aplicaciones de voz. Son éstas las que permiten aumentar la eficiencia, la productividad y la competitividad de los procesos empresariales.
A la espera del salto
Sin embargo, hasta ahora la penetración de este tipo de tecnologías en las empresas españolas es limitada. Evidentemente las muy grandes ya han dado el salto, pero las medianas y pequeñas todavía siguen comprando centralitas digitales. Las principales razones para su poco éxito está siendo el coste de la migración a VoIP, la seguridad de las comunicaciones y, sobre todo, la falta de ofertas por parte de los operadores. En el fondo es un problema de complejidad: todavía hoy en nuestras empresas hay poco conocimiento del mundo IP, y no es fácil emprender aventuras sin los medios adecuados.
Cambiar una red de voz convencional a otra de VoIP no es sencillo. Si tenemos un sistema que funciona 24 horas y 7 días a la semana no es fácil que queramos desprendernos de él salvo que nos cambiemos de oficina o se nos quede pequeño. Además, con nuestro nuevo sistema de voz sobre IP deberemos asegurarnos de que podemos alcanzar la misma fiabilidad que con el “viejo” sistema de voz, y esto no es fácil. Estamos acostumbrados a que se nos “cuelguen” los ordenadores, pero no a que se os “cuelguen” los teléfonos.
La seguridad es otro punto importante. Asegurar la VoIP exige tomar unas medidas de control en las redes que deben de cubrir desde las capas más bajas (2/3) hasta las más altas (6/7). No todas las empresas tienen una política de seguridad implantada para enfrentarse con este desafío, auque debieran.
Pero estamos de suerte: en breve esto va a cambiar.
El futuro ya está aquí
Vamos a estudiar un poco lo que está pasando y las tendencias del mercado. La VoIP es un mercado en expansión. Y hay razones para ello.
- Según IDC, cerca del 20% de las empresas americanas tendrán telefonía sobre IP en el año 2007.
- Las llamadas dentro de la (red) empresa no cuestan. Además, esto se hace más atractivo cuando las podemos hacer desde WiFi.
- La voz y los datos van por la misma red, lo que facilita una reducción de costes tanto de infraestructura (cableados) como de operaciones.
- La reubicación es más rápida, solo hay que cambiar el teléfono y allí tenemos nuestra línea.
- Aparecen las aplicaciones “click to call” que permiten mejorar los procesos internos (horizontales y verticales), incorporando la voz.
Las compañías que quieran beneficiarse de las ventajas de la VoIP pueden hacer algún movimiento táctico sobre la base de la reducción de los costes de sus comunicaciones y de sus costes operativos.
Sin embargo, al final las ventajas de la VoIP no se limitarán un simple ahorro de costes. Hay otras aplicaciones que permiten una mejora de la productividad. Por ejemplo tenemos la presencia: allá donde se conecte un usuario, allá irá la llamada con él. La mensajería unificada permite la integración de los buzones de voz y de correo electrónico. Otras aplicaciones muy útiles en las empresas, como las multiconferencias, se organizan de una manera muy sencilla. Por último podemos reseñar también las aplicaciones de proceso de vocal, para facilitar la interacción de las aplicaciones con los usuarios por voz.
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