La cuenta atrás del CD

Si usted tiene una colección de CDs en su casa, trátelos con mimo, porque en poco tiempo se van a convertir en una reliquia equiparable a los viejos vinilos que dominaron el mercado musical durante décadas. Es más, con un poco de suerte, puede que incluso dentro de unos años asistamos a un renacimiento del formato compacto -como está sucediendo ahora con el vinilo-, y no sólo habrá conservado usted su música favorita, sino que poseerá un valioso tesoro, envidia de coleccionistas.

El último estudio elaborado por la consultora NPD en Estados Unidos deja clara la tendencia que ya se atisbaba desde hace algunos años: los adolescentes pasan de los CDs, hasta el punto que un 40% de ellos no compró un solo disco compacto durante 2007. No olvidemos que los adolescentes de hoy son los consumidores de mañana, así que la sentencia de muerte del CD parece redactada y en plena ejecución.

Por supuesto, esto no significa que a los jóvenes no les interese la música. Lo que se está produciendo es un cambio en las formas de acceso y consumo. La tienda digital de Apple, iTunes, se ha convertido ya en el segundo mayor distribuidor de música de EEUU, y las descargas electrónicas legales (por no hablar del P2P) suponen ya el 10% del mercado. Bienvenidos a la nueva era de la música digital, dominada por los singles y los emepretrés.


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