La apurada situación económica que atraviesa la operadora de telecomunicaciones KPN podría obligarle a desprenderse de los negocios de telefonía móvil que posee en Bélgica y Alemania, según indica hoy el diario holandés Het Financieele Dagblad citando fuentes cercanas a la empresa. La deuda de KPN asciende a 23.000 millones de euros y en el primer trimestre registró unas pérdidas de 539 millones de euros frente al resultado positivo del año anterior.
En este momento la venta de estos negocios no va a resultar fácil ya que todas las operadoras se encuentran en una situación apurada con respecto a la deuda. No obstante, las mismas fuentes han adelantado que Orange, la filial de móviles de France Telecom, podría estar en negociaciones.
El presidente de KPN se ha apresurado a salir al paso diciendo que esta estrategia no entra en sus planes ya que, ha dicho, vender su filial alemana es renunciar al negocio del UMTS en dicho país.
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