Me encuentro con estas fotos de productos mal diseñados y eso me hace pensar en todo lo que veo a diario que está mal diseñado. No solo son productos como los de las fotografías, en muchos casos son servicios que, concebidos en el Siglo XX, con las limitaciones técnicas de entonces, son ahora completamente obsoletos.
Por eso hay tantas oportunidades para crear nuevas start-ups que mejoren todo tipo de modelos antiguos que no tienen sentido hoy. Hay mucho por hacer en los interfaces de la banca online que, aunque ya han mejorado mucho, siguen siendo una herencia de los sistemas del siglo pasado.
El traslado de las prestaciones de la Web a un entorno móvil es otro de los aspectos a considerar muy mejorable. A pesar de que el responsive computing se haya puesto de moda, hay pocas aplicaciones empresariales que trasladen a un PDA el mismo tipo de funcionalidades que ofrecen en la Web.
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